jueves, enero 19, 2006

Los Condenados

La vida nos devuelve lo que cosechamos... eso es lo que siempre se dice, pero sin embargo algunas veces no importa cuanto tu quieras explicar con buenas palabras tu posicion, siempre existe alguien que se resiste a escuchar cualquier cosa que no sea su voz, hablar contra una pared. Asi es como una conversacion en que se supone te dejan abiertas varias posibilidades se reducen solo hasta las que a ellas les acomodan mas.

Yo soy uno de esos pobres condenados que tiene que vivir conversando con una puerta cerrada, alguien que no ve mas alla de sus propias narices, pero yo sigo ahi intentando explicarle lo que no quiere ver. por ejemplo para el las personas se miden en numeros, no en lo que son realmente, y no existe nada de lo que yo pueda decir para remediar esto, el no va entender nada.

La verdad es que me da lata seguir en esta posicion, me dan ganas de mandarlo a la punta del cerro e irme de la casa, el tiene ese lema. "Esta es mi casa, y en ella se hace lo que yo digo, y si no las puertas son bien anchas como para que salgas". Pero me amarra el hecho de que las va a emprender contra otros que nada tienen que ver con la situacion. El que toma las decisiones soy yo, pero el quiere disponer de mi vida como si fuese la suya.

Pero bueno, no es algo que pueda solucionar.

Ademas, pasando a otro tema absolutamente diferente, tengo que confesar que me he enamorado absolutamente de una mujer maravillosa... yo el condenado a la soledad he encontrado a alguien que me devolvio los deseos de vivir, de ver la vida en colores. A veces tengo miedo de lo que venga, pero me da mas miedo perderla... de vivir sin ella... la amo tanto que ya... no se pero nunca habia necesitado de alguien para ser feliz como la necesito a ella.
Estoy condenado a convivir con una puerta y a vivir enamorado de una mujer increible.