martes, octubre 03, 2006

Dentro de tanta cosa aspera que he visto, creo que no estoy capacitado para soñar, lo cual no puede ser un delito, y sin embargo mucha gente se ve traicionada por el sueño que tuvo alguna vez.
Yo quería ser futbolista, o por lo mnos un escritor o actor, sin embargo sólo soy un profesional, alguien que está amarrado por hilos invisibles a seguir siendo... decidí que mi vida tendría que estar guiada por esquemas simple para que la gente pudiera entender las cosas que hago, y no obstante en este vaivén de nuevo me salí de mi esquema al dejarme llevar por El Caos y La Complejidad, ciencia de la más rebuscada ciencia, pero a la vez simple.
Yo quería ser futbolista, y pude haber sido uno de los buenos, pero nunca tuve muchos ánimos como para luchar o creerme el cuento, y por eso es que me da más pena.
Los sueños son para procurar ser alcanzados, para que uno luche por ellos, porque uno tiene una noción de que através de ellos se puede contribuir a un mundo mejor, o en el mejor de los casos para tener una satisfacción personal. Pero entremedio de tanto sueño hay algunos que por alcanzarlos pasan a llevar a demaciada gente inocente, o que tenía otra visión del mundo, en algunos casos una visión radicalmente opuesta. ¿Qué se hace en estos casos?
Mis sueños a veces se contraponen a la visión que tiene la gente de mi, mi versión pirata es más conocida que el yo original, entonces no sólo los sueños de uno se contraponen contra los de los demás, sino que también con los de la versión pirata, algo así como sueños pirateados, los cuales tienen sus propios objetivos y versiones. Entonces ¿Cuál es el sentido de tener sueños si ni siquiera si pueden condensar en una visión más o menos homogeneizada? Tal vez la utopía de la felicidad.
Yo no estoy capacitado para soñar porque soy dependiente del bienestar del ambiente en el que me muevo, o por lo menos del más cercano, entonces no tiene sentido soñar si es más probable que hayan más damnificados que beneficados.